Historia

Con vestigios de la época romana, podemos saber que la zona de Balsapintada fue habitada desde los últimos siglos antes de Cristo hasta bien avanzado el siglo III y IV de nuestra era. Se hallan restos como los de Balsapintada en numerosos puntos en un radio disperso de la ciudad de Cartago Nova (Actual Cartagena), sobre todo a raíz de la reorganización de Hispania que convirtió a Cartago Nova en provincia.

Son sobre todo las llamadas “villae”. Así desde tiempos remotos podemos observar la gran importancia de estos territorios para las distintas culturas hasta hoy. Algunas, la mayoría de ellas, eran parte de parcelas dedicadas a la producción agrícola.

Justamente la villae de Balsapintada podría tener otro carácter, como bien recogieron los estudios arqueológicos que indican que podría ser un punto de descanso y avituallamiento por varias razones. Estas son, la cernía a la calzada romana que llegaba desde Cartago Nova, estar a una distancia de 25-30 kilómetros, o lo que es lo mismo una jornada de viaje, la presencia de termas entre las ruinas y el descubrimiento de una estatuilla del dios Mercurio, el cual era el protector de los comercios y caminos.

Por los estudios e investigaciones arqueológicas podemos decir que existía una red de abastecimiento de agua por medio de canalizaciones, depuradoras y balsas que discurrían por todo el territorio. Una de estas balsas se encontraba en Balsapintada, que es la que le da el nombre al pueblo.

Estas estructuras llegaron a ser construidas con técnicas tan depuradas que hicieron posible su mantenimiento pie durante siglos, aprovechando parte de esta red los habitantes musulmanes que invadieron la península durante la edad media. De esta época musulmana, también existen numerosos hallazgos en la zona y pueblos vecinos. Según estudios estructuras de regadío, lugares para culto y hasta una Alquería (Sinónimo musulmán para las villae romanas).